Lapida

Lapida
Lápida en Basílica de Santa Ursula en Colonia, Alemania

jueves, 16 de agosto de 2012

Novena a Santa Ursula, Virgen y Mártir



Buenas Noches Reina.

(Canto a la Virgen Santísima en el novenario a Santa Úrsula)

Buenas noches Reina, reluciente estrella,

Pues eres la madre de amparo doncella.


Tú eres la madre que bajó del cielo,

A darnos su imagen y nuestro consuelo


Quitándole el manto, quitándole el velo,

Quedará patente la Reina del Cielo.


Patente te quieren tus hijos piadosos,

Rindiéndote gracias todos tus devotos.


Eres pastorcita, eres nuestro encanto,

Pues nos tienes madre bajo de tu manto.


Alabe tu nombre a la gran señora,

A la amparadora Virgen protectora.


Alabemos todos en su ascensión,

A la Virgen pura con el corazón.


Alabemos todos, todos sin cesar,
A la Virgen pura que está en el altar.




Del Cielo Bajaste.

Al cielo subiste Úrsula divina,

A darnos tu gloria y tu compañía.


21 de octubre, con gran devoción,

Todos te clamamos con el corazón.


Saliste del mar a postrarte en tierra,

Para libertarnos de sangrienta guerra.


Y todos contritos en aquí este día

Llegan a verte en tu santo día.


Por tu gran poder, eres protectora,

De toda epidemia líbranos señora.


Estas alabanzas a Úrsula ofrecemos,

La gloria pedimos que de Dios gocemos.


Adiós Ursulita y templo divino

Que no peligremos en nuestro camino.


Y todos contritos digamos amén,

A Úrsula divina y a Jesús también.



NOVENA A SANTA ÚRSULA


Oración para todos los días.



Señor mío Jesucristo, que con tu dolorosa pasión y muerte redimiste al género humano y con tu ejemplo iluminaste al mundo, dignaos, te pedimos, nos deis la gracia necesaria para hacer con fruto la novena en honor de tu sierva Santa Úrsula.

Y vos, oh! Bienaventurada doncella! Alcánzanos del Señor la gracia que te pedimos y dignáos acoger nuestras súplicas. Por Jesucristo, Señor nuestro, Amen.



DÍA PRIMERO

Origen y nacimiento y virtud de Santa Úrsula.

Nació Úrsula hacia el año de 362 en la Inglaterra donde reinaba entonces con fervor y esplendor la religión cristiana. Fue hija de Dionot, rey de Cornuaille, y de Daria, en nada inferior a su marido en su nobleza de la sangre, ni en el ejercicio de la virtud. Conociendo que la cristiana educción de su hija era una de las mas escenciales obligaciones, se dedicaron a desempeñarla. En ninguna niña se descubría entendimiento mas brillante ni natural ni mas feliz. Tenia un corazón noble y generoso, un espíritu vivo y dócil. Una inclinación propensa a la virtud, con una hermosura tan peregrina, que a la edad de doce años era ya celebrada Úrsula por una de las mas hermosas princesas de Europa. A todas estas brillantes cualidades añadía un nuevo lustre su sobresaliente virtud. Descubrió con su entendimiento tan claro, la vanidad de todos los bienes criados y de las grandezas del mundo. Este fondo de religión con que el cielo la había prevenido, perfeccionaba cada día las luces de su razón. Desestimando ella su rara hermosura tan celebrada de todos, considerándola como una flor caduca que luego se marchita desde que principia a lucir.



Oración

Glosiosísima Santa Úrsula, que habiendo nacida hija de reyes y no obstante las alabanzas que recibías por tu belleza y posesión, fuiste siempre humilde y virtuosa, te rogamos nos alcances del Señor la virtud de la humildad. Por los méritos de nuestro Señor Jesucristo, Amén.



Padre nuestro, ave maría y gloria al padre.



Día segundo

Comprendió Úrsula que el más bello ornamento de una doncella cristiana debía ser la modestia, y así despreció generosamente las lisonjeras esperanza y los más alagueños atractivos de la corte, los más delicados inciensos del general aplauso. Luego que conoció a Jesucristo, deseó con ardor no tener otro esposo. Y como El Señor la tenia destinada para una de sus más queridas esposas, quiso también añadir la gloria del martirio. Era General de las tropas del Emperador Graciano en la Gran Bretaña, el tirano Máximo que se había proclamado emperador en el año 382, pasó a la mar, desembarcó con todas sus tropas de Armorica, provincia de las Galias y se apoderó de toda ella Conan, uno de sus oficiales generales, príncipe Bretón y Cristiano de profesión. Se señaló tanto en aquella expedición por su valor y conducta, que Máximo lo hizo gobernador de Armorica, llamada después la Bretaña Menor, confiriéndole después el título de Duque.



Oración.

Bienaventurada Virgen, digna amada de Jesucristo, que despreciando los goces del mundo, os consagraste toda al Señor, inflamad en nuestro pecho el amor hacia Dios, para que muriendo y viviendo en su santo servicio, podamos gozarle algún día en el cielo, en tu compañía. Amén.



Padre nuestro, ave maría y gloria al padre.



Día Tercero

Estableció Conan su residencia en la ciudad de Nantes y dejo en el país una gran parte de las tropas, compuesta de bretones, y como no estaba casado, determinó buscar mujer. Llegando a su noticia las bellas prendas de virtud y hermosura de que Úrsula estaba dotada, envió una diputación al rey su padre, pidiéndole a su princesa Úrsula para su esposa. Casi todos los señores que le seguían, oficiales y soldados, estaban solteros, por lo que encargó a los diputados que trajesen  con la princesa a todas las doncellas que pudieran, para casarlos con ellas. El rey los recibió con honor y como conocía el mérito del Duque, acogió con gusto la proposición y prometió darle por esposa a la Princesa su hija. Oyó esta con disgusto esta proposición, más no dio respuesta a ella, amábala tiernamente el Rey su padre, y conociendo lo ventajoso que era ese matrimonio, determinó valerse de su autoridad para obligarla. Aunque le presento Úrsula lo mucho que le repugnaba aquel estado y que no quería más esposo que Jesucristo, fueron inútiles sus esfuerzos, sus razones y lágrimas. En fin, dio su consentimiento por la sumisión que profesaba a sus padres, reservándose la libertad de apelar a las órdenes de Dios.



Oración

En nuestras tribulaciones recurrimos a vos, oh Virgen bendita!, y así como supiste obedecer humildemente la voluntad de vuestro padre que os mandaba cumplir una orden en contra de vuestros deseos, alcánzanos la gracia de la obediencia, para conformarnos siempre con la voluntad del Señor. Amén.



Padre nuestro, Ave maría y gloria al padre.



Día Cuarto

Animada Úrsula con una viva confianza en la bondad del Divino Salvador, se arrojó a sus pies, y le hizo esta fervorosa suplica: Bien sabéis vos, divino dueño mío, los más íntimos afectos de mi pobre corazón; jamás le han tentado las grandezas del mundo ni le han deslumbrado aparentes brillanteces. Vos sólo sois el dulce objeto de mis amorosas ansias, dueño sóis de todos los sucesos de la vida: fácilmente podéis desbaratar las ideas de los hombres por concertadas que sean. No desechéis, Señor mis humildes súplicas. Dignáos tomar bajo vuestra protección a la menor de vuestras siervas, dirigidlo todo a mi salvación y a vuestra gloria según vuestra divina voluntad.



Oración

Yo te saludo, oh Virgen venturosa, que fuiste adornada con especiales virtudes, vos que en aras de tu virginidad ofreciste al Señor el sacrificio de tu preciosa existencia, te rogamos nos concedas la virtud de la castidad. Por Jesucristo nuestro Señor, Amén.



Padre nuestro, ave maría y gloria al padre.



Día Quinto.

Los preparativos para el embarco de la princesa se iban acelerando y ya había un gran numero de doncellas nobles para acompañar a Úrsula, que estaban destinadas para esposas de los oficiales bretones. Cuando todo estuvo prevenido para el embarco, pasaron a Londres Úrsula y sus compañeras. Poseía Úrsula todas aquellas prendas que embelesan, era muy discreta, hablaba con gracia y con una modestia que encantaba, con lo que se hizo tan dueña de aquellas doncellas, que ya todos sus deseos se reducían a no querer amar a otro que a Jesucristo. Púsose en fin el viento favorable para hacer en breve tiempo, el tránsito de Inglaterra a la Bretaña Menor y se embarcó toda aquella numerosa comitiva de santas vírgenes.



Oración.

Santa virgen bendita,amada predilecta del Señor, vos la más discreta y modesta de todas las vírgenes, compañeras vuestras, hacednos la gracia, que a ejemplo vuestro, obtengamos las virtudes de la modestia y la discreción. Por nuestro Señor Jesucristo, Amén.



Padre nuestro, ave maría y gloria al padre.



Día Sexto

Apenas perdieron de vista las costas de Inglaterra, cuando se levanto una furiosa tormenta que llenó de terror a toda la escuadra, amenazándola con un funesto naufragio. Entonces decía Úrsula a sus compañeras: Ánimo hijas mías, nada temáis, servimos a un Dios y tenemos un esposo que manda a los vientos y los mares. Sacrifiquémosle nuestras vidas y dejemos los horrores de la muerte a los que tienen la desgracia de no conocerlo. Pero nosotras tengamos confianza en su gran misericordia. Sosegó a todas sus compañeras y a toda su tripulación la intrépida seguridad de nuestra santa. Toda la escuadra fué arrojada en el puerto de Tiel, en el ducado de Gueldres, y siguiendo después la corriente del Rin, navegó hasta Colonia, teatro del glorioso triunfo que el cielo les tenía preparado.



Oración.

A vos gloriosísima santa, que infundiste esperanza en los corazones atribulados, cuando la tempestad azotaba la débil navecilla que os conducía con vuestras compañeras, os rogamos os déis la fe, para triunfar en las tempestades de este mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor, Amén.



Padre nuestro, ave maría y gloria al padre.



Día séptimo.

Noticióse el Emperador Graciano del levantamiento de Maximo, llamó a su socorro a los Hunos, nación bárbara, de la antigua Sarmacia, eran naturalmente crueles y paganos, que desolaban todos los países donde ponían el pie. Mandaba a estos bárbaros el General Gauno, por orden del Emperador Graciano, contra el tirano Maximo y luego se descubrieron navíos bretones, enemigos del emperador, los atacaron y se apoderaron de ellos facilmente por el corto número de soldados que los venían escoltando. Quedáronse sorprendidos al ver que aquella flota sólo venia cargada de doncellas cristianas destinadas para esposas de los oficiales y soldados bretones, sus enemigos, y que la principal de todas era una princesa, futura esposa del Duque Conan, generalísimo del ejército de Máximo. Entonces Úrsula conoció que Dios había oído benignamente las súplicas, y animada de un valeroso espíritu y fervoroso celo, pasó a bordo de todas las naves y habló a sus compañeras como una cristiana heróica.



Oración

Gloriosa virgen, que conociendo que el fin deseado por vos y conocedora de que pronto os unirías al amado esposo, aumenta en nuestro pecho la luz de la fé, concédenos que en nuestras almas aumente día a día esa santa virtud. Por Jesucristo nuestro Señor, Amén.



Padre nuestro, ave maría y gloria al padre.



Día Octavo.

Exaltó Úrsula, la perla preciosa de la virginidad, que por cuya conservación se debían perder los bienes y la vida, exhortándolas con tanta gracia a derramar por la fe hasta la ultima gota de sangre, que todas aquellas doncellas solamente deseaban la corona del martirio. Quiso el general del ejército ver a Úrsula y quedó ciegamente prendado de su peregrina hermosura, que se valió de todos los medios posibles para rendirla y vencerla, pero la santa le habló con tanta resolución y majestad, que mudada en furor la brutal pasión de aquellos bárbaros, se arrojaron espada en mano, a todas aquellas vírgenes, a unas atravesaron con el acero, a otras, con dardos y a todas las degollaron, pasando a aumentar la corte del Cordero celestial con la duplicada palma del martirio y virginidad.



Oración.

Virgen fuerte y potente, que supiste resistir a las amenazas y ofertas del tirano y preferiste la muerte antes de faltar a la fe de tu divino Esposo, os rogamos nos concedas la virtud de la fortaleza para resistir a las tentaciones del enemigo de nuestra salvación. Por Jesucristo, Nuestro Señor, Amén.



Padre nuestro, ave maría y gloria al padre.



Día Noveno.

Sucedió este glorioso triunfo el día 21 de octubre del año 383 y desde entonces celebra la iglesia la fiesta de Santa Úrsula y sus compañeras vírgenes y mártires. Fueron sepultados sus cuerpos en el territorio de Colonia, de donde se esparcieron después sus reliquias por toda la Cristiandad.



Oración.

Oh gloriosa Virgen Santa Úrsula, por tu virtuosa vida, y tu gloriosa muerte, os rogamos seáis nuestra intercesora ante el trono de Dios, le presentéis a El nuestros ruego, le comuniquéis nuestros sufrimientos y nos alcancéis lo que a bien convenga a nuestras almas en esta vida, y la gloria de los cielos en la otra, en la gloria de Dios Padre, Dios Hijo, y Espíritu Santo, Amén.


Padre nuestro, ave maría y gloria al padre.

FIN DE LA NOVENA



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